- triste el día llega, con hambre y sed lamentando ser hijo de esa tierra que tanto daño le ha hecho, triste transcurre el día y en su mirada se ve tristeza y una lagrima se deja notar, con sus pies desnudos camina los escombros de la destrucción, mira el cielo gris mientras el polvo envuelve su lastimado rostro. Llega la tarde y aun sin comer, imaginando que tan distinto fue ayer, la comida, la familia que ahora a su lado no ve. ¡Maldita guerra! Exclamo aquel sobreviviente, ¡maldito el dolor que se penetra en su piel! Exclamo yo, al ver tanta miseria y tanta destrucción que separa familias y destruye al corazón. Llega la noche y con sus pies desnudos corre otra vez, pues las implacables bombas se dejan caer, devorando todo a su paso y aniquilando la vida, la esperanza y el amor también. ¡que tristeza y que dolor! Que tanta gente buena e inocente paguen el error de quienes gobiernan sin ningún valor.
- Autor: Damarys Rodriguez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2016 a las 11:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
Comentarios1
Un poema con mucha sensibilidad social poetisa Damarys Rodríguez, mucha tela para cortar sobre este tema de las conflagraciones, y mi opinión al respecto, la encierro en una de mis humildes frases: “Una hueste de hombres armados solo puede lograr una meta bastante paradójica por cierto, sin lógica necesidad, ni criterio, erigir camposantos y cementerios.”
Saludos cordiales.
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