Aire humano, de gran ballesta
ufanos vientos, yo te auguro
brillantes auras y un futuro
de arduas luchas y altiva gesta.
Firme tu andar de cuello regio
sonora voz, tus fuertes brazos
se han de sentir y cuanto aprecio
por dura justa, estoicos pasos.
Y ante la vista, adeptos tales
tales preseas y altas mieles
han de fingir, que te son fieles.
Así tu aire y tu tez enhiesta
imponga el bien y en sus sitiales
recordar han, tu garba testa.
Lebusla
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