Resulta que mañana yo me muero,
y acudo ante San Pedro de esta guisa
hirsuto, sin creencias, sin camisa,
vacuo de anhelo y de esperanzas huero.
Sucede que como único testigo
a mi alter ego llaman a declarar,
y que, cansado de tanto caminar,
le maldigo, desdigo y contradigo.
Y ocurre, o bien pudiera ser que ocurra,
que ingenuo le hago allí una pedorreta
recogiendo de vuelta a mi maleta
y azuzando a los lomos de una burra.
Pudiera ser, admito es improbable,
que ese santo me viera a mi inocente,
me atrape con sus brazos insistente
pidiendo por favor nunca más hable.
Mas por eso no paso, le diría,
que para hablar no he de pedir permiso,
que si mudo se ha vuelto el paraíso,
antes de entrar juré me moriría.
Comprendo, todo aquí es un disparate
mas quién podrá afirmar no ha de ocurrir,
al menos dejen me pueda yo hoy reír
pues todo en esta vida es un dislate.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2016 a las 03:19
- Categoría: Humor
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: LUIS.RO
Comentarios1
Excelente poema incluido su "dislate";
pues si aquí queda nuestra boca
no habrá guerra, a callar toca.
Un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.