Astucia que coge atajos
ensancha y ancla el poder,
y vuela por encima
más que por debajo de los pájaros.
Fuerza heroica con precedentes,
su contrato es llevar bien amarradas a las gentes,
listos, guapos, valientes,
soberanos, necios o indulgentes,
no importa
sean tercos o excelentes.
Todos se pierden bajo el sol naciente.
Crece el sueño dentro del árbol
y crece el abismo y lealtad a la muerte.
Crece el hierro caliente en la mano que adereza,
la fortuna de no ser nadie
ante el golpe fuerte y puño en la mesa.
Arde el suelo ambivalente.
Desterrar al emperador,
honorario de cantos negligentes
sucedáneo de una locura creciente
que se presta siempre a dolerte.
Pone tu cuerpo en el paredón
y aplaude la gracia de tu muerte.
Desde el augurio más negro
y el peor registro de sustento
se escribe siempre el mismo cuento
con tu persona en el honor
de ser protagonista muerto.
Promueve la agonía del pueblo sumergido
! Que huya el que aún no se haya ido!
Corran pobres e impacientes
año perdido.
Suerte de perdedores inocentes.
- Autor: Pedro Antonio Borges Rodríguez ( Offline)
- Publicado: 7 de febrero de 2016 a las 11:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Gisela Guillén
Comentarios1
Con dictadores todos pierden, no hay inocentes, el pueblo por ignorancia y ellos por inclementes, nadie sale ileso, la injusticia prevalece y la justicia presa, y ...gana la muerte. Gracias por compartir reflexivos versos, felicitaciones. Le saluda raquelinamor
Precioso comentario. Abrazos.
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