Y se ha de hallar el amor una tarde cualquiera
en una caminata tranquila y serena
como un día cualquiera, con un ser cualquiera.
Suponiendo el vasto conocimiento de esta filosofía
conociéndose la manera en la que el ser se enamora e ilusiona
intentas convencer a tu alma que este conocimiento es el único camino.
De N formas exponenciales los orígenes son desconocidos
más el corazón que no conoce de caminos entiende el laberinto,
cuyo cabo suelto es la clave para engañar al raciocinio.
Y tu alma misteriosa sin conocer de mi idilio,
sin conocer mis raciocinios, mis dudas y temores
hurtaste como ladrón de fino sastre mis lógicas y percepciones
convenciendome a la inversa ...te adueñaste de mi corazón.
- Autor: (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de febrero de 2016 a las 22:38
- Categoría: Amor
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: Gisela Guillén, Edmundo Rodriguez, nelida moni
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