Amigo, hermano,
solos hemos quedado con tu
recuerdo grabado en la retina.
Solos de tu bondad estamos.
Nos quedó el tiempo compartido.
La pena egoísta atesorámos.
Quisímos el futuro tener
entre ambos dominado.
Quisímos compartir tiempo y vivencias.
Y ahora el tiempo todo lo ha arrasado.
Ya no nos queda espacio para risas.
Ya no no habrá broma entre ambos.
Ni pícaros comentarios sobre mozas,
ni ágiles políticos diálogos.
Ya solo queda esperar para encontrarnos.
Fuiste compañero fiel, leal y campechano.
¡A traición se te llevó la parca!
Sin aviso, tan solo dando
el golpe fatal y traicionero.
"Protesto", ante quien sea que
pudiera hacerte tanto mal.
"Protesto", ante quien
se te llevó con egoísmo.
"Protesto", ante quien tu tiempo
tanto acortó indebidamente.
Sin tacha debiste permanecer
acogido entre los tuyos.
Disfrutando del calor que
en justicia merecías.
Amigo, hermano.
Cada día te añoramos.
Donde quiera que estés,
no estás solo entre la luz,
nuestro amor está contigo.
Isidoro Pavón Mariblanca
- Autor: I.P.Mariblanca ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2016 a las 17:09
- Comentario del autor sobre el poema: Momentos de pena y dolor.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 42
Comentarios1
La perdida de un ser querido es dificil que alguien la describa con palabras, pero a quien afecta esta perdida las palabras nacen con dolor del alma
Saludos amigables
Gracias amigo Liborio, sí, cuando alguien se distancia en el futuro, hacia el futuro, suele ocurrir que nos embargue la pena. Este es el caso.
Un saludo desde La Mancha.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.