Mi Musa

Señora, déjeme inspirarme 
en su negro pelo, vestido de noche
sin estrellas, con anhelos, 
déjeme ser su poeta 
para convertirla en musa 
que en versos sube al cielo,
señora, déjeme escribirle 
los poemas mas tiernos,
esos que salen del alma,
que se vierten entre mis dedos, 
escribirle al mundo que 
sólo son sus labios los que 
en los míos se hacen besos,
déjeme posar letras 
en sus caderas y bañarlas 
de lírica y poesía, 
señora, sea usted la musa
que alimente mi poética, 
sea la flor de mis primaveras.
déjeme mecerla entre poemas,
ser la pluma que le escriba 
al destellar de sus ojos cafés, 
sea la musa mía, porque soy
el poeta que se inspira cada día
con usted y por usted; 
Porque sólo usted, es causa
de mi alegría, la seducción 
del papel que me acompaña
en las noches frías, 
en su piel le escribiría 
con los dedos desnudos
y con la tinta sangre mía, 
quiero ser el poeta que por usted
al filo de la muerte… viviría,
déjeme contar en sonetos 
nuestra historia, nuestras intrigas, 
y así adornar de rosas la cabecera,
y llenar mi almohada de versos 
hechos con locura, de leerle 
en mis sueños, sentirle en corazón
donde hace tiempo se ha metido.