SAN VALENTÍN JARDINERO DE LA FLOR

Poemas de Camilo

San Valentín jardinero de la flor

 

Si el inquieto Cupido obedeciera

las ilusiones que el ego depara,

con toda premura yo te buscara

y nuevo plan de amor te propusiera.

 

Paseando por el prado a tu vera

contemplando del río el agua clara,

que bello nuestro amor se reflejara

con el fondo floral de adormidera.

 

San Valentín ordenando el empeño,

jardinero cultivando la flor,

siempre fue la utopía de este sueño:

 

la picaresca del falso amador;

ciego el niño halado buscó al dueño,

con el dardo maleado de amor.

 

*** /// ***

 

Incomparable, mi bella mujer:

El mar y el amor en este velero,

que tanto ha navegado el marinero,

te pudiera llegar a convencer.

 

Recordando amores de aquel ayer

surcando los mares en el crucero,

fueron en cada puerto, a ser sincero,

varios los amores a contender.

 

San Valentín, que trabajaba el huerto,

erró el injerto de la bella flor;

en la competencia del desconcierto,

 

ciego Cupido, cargado de amor,

me dejó heredero de todo el huerto

quedando desierta la más bella flor.

 

Poemas de Camilo*

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  • Autor: Poemas de Camilo (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de febrero de 2016 a las 09:25
  • Comentario del autor sobre el poema: San Valentín, mártir cristiano del tiempo del emperador romano Claudio, era un hombre muy decidido y se ocupaba en catequizar a los gentiles, obteniendo muchas conversiones. Se enteró el emperador y lo mandó llamar. Una vez alli respondió a las preguntas con gran descaro, confesando su verdadera fe. A un letrado de la corte que le pidió su opinión de los dioses Júpiter y Mercurio, respondió enérgico que eran falsas divinidades. El letrado le declaró enemigo del gobierno, siendo sometido a la causa del martirio. __ El escritor protestante francés Maximiliado Misson, describe la fiesta de San Valentín como se celebraba en Inglaterra. La vigilia del 14 de febrero, época en que toda la naturaleza tiende al desarrollo, los jóvenes en Escocia, en virtud de una antiquísima costumbre, celebran la fiesta, muchachos y muchachas escribiendo cada uno su nombre en billetes separados, los arrollan y los sortean, tomando las muchachas los billetes de los muchachos y viceversa, de modo que cada uno de estos encuentra una joven a la que llama su Valentina y cada moza un muchacho que llama su Valentino. __ Pero después viene Cupido, el ciego halado y ¡vaya lío que se forma para mandar el dardo! ___ Por eso hay tantos fracasos entre las parejas...
  • Categoría: Fecha especial
  • Lecturas: 151
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