Regresé a tú casa y supe de tú don
descubrí tú pericia,
tú alegría,
tú gesta,
e hice contigo el perdón
que al corazón alimenta
Tanto amé tú vida
que sin ti me siento cojo de aliento,
de tu sueldo me alimento
y recompongo así mi sonrisa
formé un suelo de recuerdos
y apliqué ahí un espejo,
memorias de cuentos viejos
que alegran mi fuero interno
Recuerda mi nombre siempre
soy pequeño y tranquilo
mas mi historia ya tiene dueño
y se hila con sigilo
- Autor: Pedro Antonio Borges Rodríguez ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2016 a las 10:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
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