Y cada noche me cortejás hasta la entrega máxima. Me enseñaste a vivenciar la intimidad con la excitación de la mente. Los cuerpos enlazados juegan por horas. Percibís tan bien cuando el desfallecimiento del amor se acerca. Sos el más cuidadoso. Y brota tu esencia más tierna cuando murmurás halagos en mi oído...
Entredormida ansío el moño colorado de cada madrugada. Colocás tus suaves manos en mi cabello y comenzás a tejer las guirnaldas del sueño. Apacible, serena, amanezco en la misma postura. Y te cuento en qué armoniosa historia se transformaron esas coronas más reales que las aureolas de Morfeo.
- Autor: Meri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2016 a las 00:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., nelida moni, romo, Pablo Humberto
Comentarios1
María, que lindo es encontrarte amiga del alma.
Sensualidad al mas alto nivel hay en tus letras.
Preciosas y audaces, nos muestran tus sentimientos de forma extraordinaria.
Mil saludos a tu alma, poetisa.
Hola Mari! Gracias por visitarme! Un placer saber que estás bien. Y qué lindas palabras sobre mis letritas.
va un abrazo con cariño!
Meri.-
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