Soy ella,
aquella señorita,
frágil y despistada
de ojos quebrantados y corazón valiente.
He aprendido,
el castigo de la ignorancia,
o será que la ignorancia es el castigo de la ceguera.
Soy ella,
aquella que aprendió el atlas del mundo
sin recordar nada
o será que la falta de memoria sea el castigo,
el castigo de quien en ignorancia prefiere vivir.
Me he llamado,
en amor y en el odio.
Me he castigado,
sin razón ni compasión,
o será que la compasión es para quién el dolor no perdona.
Soy ella,
llora y después rié,
agridulces son los momentos para quién miente,
o será que quién miente busca la verdad inexistente en su realidad.
Me he negado,
ser alegre o ser azul;
no he de permitirme el fervor del sentimiento,
o será que se le prohíbe sentir a quien siente demasiado.
Soy ella,
grité y lo dije claro.
SOY ELLA,
quién vivió con miedo de no ser amada
más nunca vio el amanecer en sus propios ojos.
o será que se hace ciego a quien no sé permite mirarse.
Soy ella,
inconclusa,
confusa,
cruel,
olvidada,
o será que he olvidado los únicos adjetivos dulces,
en esta lista deberían tatuarse,
o será que los he olvidado.
Será,
¿Será?
quizá no será ni va a ser,
o será que he cansado de esperar a que sea;
o quizá será que justo que sea no es lo que deba esperar,
Será que lo que espero es que yo sea,
no hay nadie que logre hacerme ser.
Ya soy, pero entre ciegos el que mira sin mirar es vidente.
- Autor: Andrea León Hernández (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2016 a las 01:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Sergio8336
Comentarios1
Excelente muy bien logradas las letras un bello poema que nos lleva a reflexionar
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