Huyo del hombre que vendió su sombra
por un montón de dólares. El mismo
que su inquina destila hasta el abismo,
malaje, miserable y malasombra.
Que cree en dios pero su catecismo
es belloncino de oro al que venera,
no sabe amar, ni encuentra quien le quiera,
perdió su dignidad en el bautismo.
Capaz de extraer vísceras al viento
es una sanguijuela. Y aunque duela
él no es el cuentista, que es el cuento
de un zapato que nunca llegó a suela.
Tan no humano es que escaso de altruismo
a la palabra escrúpulo no nombra
solo si a él le interesa desescombra,
y único dios que adora es a sí mismo.
©donaciano bueno.
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2016 a las 00:00
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: la cuerva, nelida moni
Comentarios1
Muy creativo, Gran escrito, me perdi en la belleza de tu poema gusto leerte.
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