Le guardaba en su pecho el alma mía,
entre pétalos frescos de amapolas,
entre sal cristalina, caracolas
y, conchitas cogidas de su ría.
En su cuerpo isotermo, en que vivía,
los suspiros viajaban en carriolas,
dan luz hechas de besos las farolas
y, un gran sol en su cielo por el día.
Siempre que de repente, refrescaba,
con tan sólo fijar sus grandes ojos
se modera el descenso, atemperaba.
Y abanica bailando, los manojos,
azabache su pelo, me aireaba,
si mustiaba el calor mis lirios rojos.
(R) L R R, 2015.
- Autor: Luis Reyes Reyes ( Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2016 a las 03:19
- Categoría: Amor
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: Aliciacarolinag
Comentarios1
Excelente soneto en endecasílabos melódicos (acento en: 3er, 6ta, 10ma sílaba ).
La rima consonante, y la forma y el fondo muy aceptable; me ha encantado leer este bello poema de amor.
Saludos poeta
Gracias por tu atenta lectura John, a ti y a los demás.
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