Aquí
en mi suplica final
todo lo que me hace fuerte
me mata
Ved como si el alma se rompiera
y viniera con mi petición
la muerte a recogerla.
Pero es la vida la que huye
no la muerte que la quiere.
Aquí
en el último lugar
cogido en el encierro
en el último peldaño.
Merezco
sombría esperanza de los huecos.
cuando se abran las puertas
veré las flores deshojadas
sobre su equinoccio
yo sin la cabeza
Allí la luna asomada
Y yo,
nosotros,
los suplicatorios
la señalábamos como nuestra
apoyados sobre barandas rotas
con los perros bajo nuestros pies
saltando con los dientes.
Pobres, pobres de nosotros.
Aquí estamos
los que no nos atrevemos ser
ni a reconocernos
bajo mirada de los fuertes
No les juzguemos hermanos como malos
si nos chafan sus caballos.
Y los golpes
los golpes que nos dan
son como la grandeza de Dios
crepitando en nuestros lomos.
Nos hace tan grandes
que parece cosa de locos.
Pero es la vida
que abre sus puertas
como si fuera la muerte
en ese juego del sueño
de la fuerza y la delicadeza
que no quisiéramos soñar ni ver.
Aquí
¿ quién puede aguantar la vida sin suplicar?
Ni el fuerte puede hacerlo
cuando la puerta se abra
y salga la vida a pasear
llena de fuerza para mejorar.
Así le raza el mundo:
Bienaventurado aquel que pierde la vida luchando con la espada
Bienaventurado aquel que pierde la vida por no coger la espada
Bienaventurado aquel que tiene valor para matar a su hermano
Bienaventurado aquel que tiene el poder de castigar al que mata a su hermano.
Así terminara el mundo mejorado
Fuerte, duro, perfecto, bien tallados todos los seres
cogidos en un gran explosión
como un diamante
bien tallados, duros, brillantes
Tuyo es el final
Tuyo es el final
Tuyo es el final
Así morimos aquí
los que la fuerza les mata.
Angelillo de Uixó.
- Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de febrero de 2016 a las 09:09
- Comentario del autor sobre el poema: creo haber comprendido el espíritu de nuestra época y el debate del siglo XXI, no va a ser entre izquierdas o derechas, creo que girara entre si tiene derecho a vivir los pobres, los fracasados, o no.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 70
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.