Solo perece el hombre arrepentido
Aguardando ultratumbas de miseria
Y buscando en sus hálitos de histeria
Una verdad que nunca ha concebido.
Pero no halla nada en su cometido
Más que polvo e inquebrantable granizo
De otro hombre, de otro siglo que le hizo
Ser ademán de marionetas mudas
Y al amparo de Dios siembra sus dudas
Pues la verdad nunca le satisfizo.
Si esto es un nombre, si esto es un destino,
Si esto es un hombre, ¡Dímelo tú, Levi,
Este que se ahoga en fontanas de Trevi
A tres palmos del mármol de su sino!
La verdad se haya impresa en el camino
Que recorre mudo el esclavo llano
Y no entiende por qué queda en su mano
Un dolor de pasados ancestrales,
De cáscaras inmundas de animales
Que le hacen ver lo pobre de un humano.
Los muros de esta cárcel hecha trizas
Guardan un alma del diablo mundo
Y sed de un liberado Segismundo
Que no saldrá ileso de sus cenizas.
Quedan rumores de caballerizas
Y coléricos filos en los brazos
Del hombre que se agita en los ribazos
Muriendo de sed al lado del río,
Viviendo en el umbral de un canto frío,
Excusándose a un mundo hecho pedazos.
- Autor: Fantasma de Nadie ( Offline)
- Publicado: 29 de febrero de 2016 a las 08:30
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Tus letras de reflexión filosófica, para el humano mal llamado humano,en busca de la verdad,la tenemos frente a nuestra cruel realidad.Saludos.
Muy hermoso tu genial versar estimado poeta
Un placer leerte...
Saludos de sincera amistad...
El Hombre de la Rosa
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