Qué queda hoy sino es aceptar lo creativo e injusto de tu conciencia
que acusa, juzga y condena sin probar y sin siquiera…, ver la evidencia.
Y sé que es por tu pasado en el que esos amores que ya murieron,
te engañaron, jugaron contigo, uno hasta se casó, y de eso se rieron.
Soy yo el que ahora paga las suciedades de esos hombres abusivos
que juegan con las decencias de la mujeres, las traicionan y se la tiran de vivos.
Pero… como alumno terrenal la vida me enseñó que en ésta escuela,
el hecho de amar no es solo amar, sino es amar hasta que duela.
Nuestra cita no se dio por infortunios de esos que uno no espera en el camino
y de lo ocurrido se me culpa, sin saber las realidades, de las trampas que hace el destino.
Como hombre, también sé que no se deja a una mujer en una posición deplorable
y si se me culpa de lo que pasó, sin que lo hiciera, entonces, por eso seré culpable.
He navegado a mi edad, quizás no todas, pero sí muchas y muchas millas,
y ésta, será la última vez, después de una primera, que ante ti, yo me ponga de rodillas;
porque ésta ha parecido un histórica película ideada por una escrita novela
donde se aprende que amar no es solo amar, sino amar hasta que duela.
Tu me acusaste, que yo falté, que te sorprendí, que fui verdugo y así marqué mi signo,
pero al tener mi conciencia limpia, me re corona la humildad y me sonríe lo digno.
Te alejas, como antes lo hiciste, con el pensamiento convencido de que tienes la razón,
en que soy un mentiroso, un falso, de que carezco de alma y no tengo corazón.
Si eso soy para ti, me cuestiono abiertamente, qué es lo que serán los anteriores
que gozaron de tu cuerpo, hasta sentir que no existían tus exquisitos sabores;
y es que tu aprendiste también como es que raya, y maltrata la maldita espuela
que enseña que amar no es solo amar, sino amar hasta que duela.
Sentenciado he sido por un error que no hice y nunca jamás quise que pasara,
eso me ha doctrinado en que tu no superas pruebas que el destino colocara,
que la realidad es, que querías alejarte y te aprovechaste de lo que pasó ese día,
que después de esa fecha me convenzo, de acuerdo a tu proceder, de tu excelsa cobardía.
Te has burlado de mis sentimientos sinceros, francos, cristalinos y puros
y esa es la última pared que pones entre nosotros, por mi vida te lo juro.
A lo que nos haya creado doy gracias de haberme regalado algo que me consuela;
es éste don de ser Poeta y la ironía de escribir,
que amar no es solo amar, sino amar hasta que duela…
A.Maestre
- Autor: Alviz Neleb (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2016 a las 13:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 98
- Usuarios favoritos de este poema: Jeovany Mikke
Comentarios1
Y que lo eres Alvaro, un placer leerte
y aunque suene egoísta, que estés con tus amigos.
Los cuales degustamos estos preciosos versos
Siempre mi afecto
Nélida
Gracias Nelida.
Tu presencia también es factor de seguir en esto.
Un Abrazón!!!
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