Trajo el viento vagabundo
una triste melodía,
y en su vagar errabundo
con notas, de sinfonía;
derramó por todo el mundo
penas, y melancolías...
Vi un demonio furibundo
cruzar, la noche tardía;
y sobre el suelo fecundo
hizo reinar, la sequía;
huyendo hacia lo profundo
con los albores del día...
Pero el Señor iracundo
al ver, la pena sombría;
no tardó medio segundo
para crear, la alegría;
y en el sendero sin rumbo
se perdió, en la lejanía...
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.
- Autor: franklin blanco (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2016 a las 10:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Afrodita
Comentarios2
Simplemente bellísimo.
Porque es preciso, musical, y describe un todo dinámico con un verso muy estilizado y sumamente elegante.
Felicidades, porque éste poema denota un gran logro personal en el progreso creativo.
Eres un poeta puro!!!
Rita.
Y tu amor puro. Gracias Rita.
Claro que la Poesia es AMOR.
La amistad en Poesia también es AMOR.
Tu amistad poéica es AMOR de Dios,
Felicidades, Franklin!!
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