A la mujer

a la que ama
a la testaruda
a la que detesta
a la que ruge y es ruda
a la mansa
a la perturbada
a aquella que es ruta
y en la ruta se halla
a la que laza
las azáleas y amansa
bestezuelas
a la que demuestra agallas
a la cuerda
a la que se va
pues le nacen alas
en las suelas
y ya jamás se acuerda
a la que nunca regresará
a la que lanza
sus penas acullá
a la que se queda
a berrear
a la que hace berrear
a la que busca
y encuentra nunca
a la que se alegra
aunque nada le dan
y a veces hasta le usurpan
le vedan
a la que le vendan
sus ventanas preclaras
a la que nada le falta
a la que le queda su pura
desnudez y nada más
y esa se llevará a la tumba
y más allá
a la que nada
a la que nunca sabrá nadar
a la malvada
a la buena
a la que besa y encanta
a la que nunca besa
a la que canta
a la muda
a la que nunca escucha
a la que escucha de verde esperanza
a la que es madre
a la que muere mañana y tarde
a la que se usa y se abusa de
a la eterna a la fugaz
a la que es mujer
y ya:

Feliz Día.