Investígame la boca
y verás las marcas de los besos no dados.
Yo que tatué tus ojos en el árbol sereno que da a mi casa,
y que te di de beber por gotas para que el amor durara lo que el mar,
conservo para tí la nube parca y el temblante viento,
y las magníficas flores que derrocharon sus ansias
al ver el flujo de tus ojos celestes.
Nada.
Ni el contorno de tu cuello cuando lo moja la lluvia
podrá decir
cuánto yo te quise.
G.C.
Direc.Nac.del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2016 a las 20:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 141
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, romo, nelly h, andres fernandez ruiz, Marvin Ramirez
Comentarios3
Cuando nos quedamos solos es cuando el amor duele. Hermoso poema
Asi es, como vos lo dijiste, amiga;
un gran abrazo
Guillermo
Siempre inspirado, amigo Guillermo.
Un placer leerte.
Un abrazo
Ringo
Ringo:
agradecido por tus buenas criticas a mis poemas.
Te envio un abrazo desde Bs Aires, donde ya se insinúa el otoño.
Guillermo
Cuanta verdad en estas palabras. Saludos
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