Caminando en un laberinto, sola me encontraba, no podía ver, mi mente estaba ocupada pensando como encontrar al que desea mi corazón.
Sigo el olor de su perfume, las huellas de sus abrazos y el calor de su cuerpo que como hechizó cautivo mis pensamientos.
Su voz susurra mi nombre, como melodía en el aire llena todos los sentidos, sus labios suaves y tiernos ardientes al toque de mi piel. Sus manos hermosas como un camvas capturan la silueta de mi cuerpo desnudo, sus dedos corren por mi pelo deslizándose por mí cuello, sus labios llenos de deseos, saborean la piel De mi pecho, pecho que arde de deseos,que como volcán estalla y con desesperó grita por sus caricias.
- Autor: MartinaB (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de marzo de 2016 a las 18:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Dulce
Comentarios3
Pienso que no te pasara como a Icaro, ya que vas pensando en el amor, que en tu senda ya se cruzará solo tienes que estar atenta ,porque puede ser un sutil llamado que debes escuchar.
Que tengas una noche soñada.
Cuando se crean versos tan bellos el corazón de la poesía agradece su encanto estimada MartinaB...
Un placer la lectura de tus letras...
Un abrazo de sincera amistad...
El Hombre de la Rosa
Un buen laberinto donde perderse, saludos. Me gustó
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