Cuando la luz de la aurora levante
al gallo, vagabundo y matutino;
y entone al cielo un canto cristalino
se ocultará, la luna por menguante.
El firmamento lejano y radiante
sobre el azul marino está dormido,
y tu pecho es un jardín florecido
de lirios, y claveles palpitantes.
El fuego con su llama arrasadora
purifica la tierra en un instante,
y la lluvia es frescura seductora
para un sediento corazón errante,
que entre dardos de amor, a Dios implora;
renazca en ti, el cariño que yo plante.
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.
- Autor: franklin blanco (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de marzo de 2016 a las 13:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 174
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., Dulce
Comentarios3
Bellísimo mensaje de amor, poeta, matizado con la hermosura de la naturaleza, para llegar al corazón de tu amada.
Es lindo leerte y sentir esa esperanza.
Saludos a tu alma romántica.
Hola María, gracias por esas lindas palabras. Abrazos.
Buen soneto.
Saludos,
Hugo
Muchas gracias, amigo Hugo.
Es un canto de amor tu poesía Franklin, cosecharás tu siembra,saludos.
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