Como los cocodrilos que cazan mariposas con su aliento,
acecho...
Y el mochuelo que irrumpe en el vado de la penumbra,
lúbrico...
Siento que te pruebo, y que centímetro a centímetro
tu piel se va haciendo mía;
y desde la punta de tu cáliz hasta los botones en tu pecho
tu cuerpo grita, lujurioso, mi nombre...
Y tus ojos, otrora suplicantes de clemencia,
exhudan lascivia,
y al final, cuando el camastro se ha inundado de pasión,
y en tu cuerpo febril sólo quedan las huellas del mío,
sabrás que no te amo,
pero que pese a todo, siempre serás parte de mi vida...
- Autor: Huynaran (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de abril de 2009 a las 21:54
- Comentario del autor sobre el poema: Para la dueña de mis deseos, Jenny...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 270
Comentarios2
Muy bueno tu poema, muy romántico. Tienes imágenes hermosas.
Saludos y un fuerte abrazo.
Adrian
Hermoso, felicitaciones. Ruben.
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