Recuerdo aquellos árboles erguidos
rezumando la savia por sus fuentes
mirando siempre al cielo cual creyentes
penando por el hacha doloridos.
Recuerdo de mi infancia ¡qué recuerdos!
a humedad ese olor de la tamuja,
el silencio de embrujo que dibuja,
ayer sensibles duendes y hoy tan lerdos.
Las grullas, los jilgueros, los gorriones
aleteando volar de rama en rama,
el silencio o el susurro que derrama
el ave que no entiende de mojones.
El subir y bajar de serrijones
con el ruido que ofrece la carrasca,
el zumo que rezuma de la frasca
y el olor que agradecen los pulmones.
Las piñas y los nícalos, bellotas,
las horas que pasé alli meditando,
que nunca imaginé fuera soñando
ilusiones que un día fueran rotas.
Pinares que aun estais en mi retina,
con la entrada furtiva de un conejo
y que hoy pasado el tiempo suena a viejo
y aun me inspira el olor a la resina.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2016 a las 02:10
- Comentario del autor sobre el poema: Los pinares silenciosos con ese olor a la resina forma parte del subconsciente de mi infancia. Al níscalo en mi tierra se le decía nícalo. Cerca del pueblo existía una fábrica donde transformaban la resina. Cuando soplaba el viento, el perfume le inundaba. Hoy la han convertido en un criadero de cerdos. El resto lo dejo a vuestra imaginación.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: María C., Jesús Lantigua
Comentarios3
Me gustan los olores de la tgierra mojada, y la de la resina tambien me agrada
Buen poema
SALUDOS
Buen poema. Saludos
Hermoso poema. De esos olores que desde la infancia nos hacen recordar y forman parte de los anhelos más cercanos. Abrazos.
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