Niño bello, avecita frágil e inquieta,
Que por amor en espinas tu pecho heriste,
Que por amor tu presente no tuvo porvenir,
Que por amor el brillo de tus ojos dijo adiós,
Que por amor tomaste y cargaste una cruz.
Niño bello, Diario desgarrador,
Sólo él fue tu amigo íntimo
Que sabía que una mujer era tu obsesión,
Obsesión, fuente de tu amor,
Amor ignorado, no correspondido y despreciado.
Niño bello, rayo de luna,
Angélica se llamaba:
Bella, fría y sin candor,
Para quien la edad no era un número,
Sino un límite al corazón.
Niño bello, déjame acompañarte
En tu delirio, en tu dolor,
¡Oh, amante precoz!
Que caíste y te rendiste
Ante el poder del amor.
- Autor: Francisco VV ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2016 a las 15:14
- Comentario del autor sobre el poema: Publicada en 1915 por Eduardo Barrios, ganador del Premio Nacional de Literatura de Chile en 1946. Escrito en primera persona, cuenta la morbosa obsesión de un muchachito enamorado de una mujer. La obra causó polémica en su tiempo, debido a que muestra que los niños sí se enamoran. Tanto ha sido su éxito, que muchos poetas chilenos como Gabriela Mistral, le han dedicado sensibles poemas. Finalmente, reconocida como una obra indispensable en la narrativa chilena del siglo XX, ingresó a los programas de estudio del Ministerio de Educación.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 723
- Usuarios favoritos de este poema: la cuerva
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