Que de mis labios salgan las palabras más dulces,
de mis manos la inmortalidad de sus palabras sin pronunciar,
eviten mis palabras su ansiedad,
locura
y grises.
El cielo nublado
no ha de verse tan hermoso como hoy,
de reflexión se invadan tu centro
y de calor tus hemisferios,
los humanos de desdicha nos aborrecemos en alma
¿qué no somos bastante bellos ya?
tenemos la pasión de la voz,
el honor del latido constante.
¿No somos bastante afortunados?
Vivir sin censura
de nuestros cuerpos desnudos,
de nuestras ganas,
de nuestras palabras de aliento verídico,
ha de juzgar el mismo ser y no el mundo,
el mundo no juzga.
La sensualidad de las palabras
y su poder inadmisible,
quien no se deje seducir en las palabras
será en acciones,
siendo las palabras tan bellas,
no hay quien no doblegue.
Amplía la invitación
del disfrute y la dicha
que como buenos compañeros
alimentan al humano como un ser inerte,
mas que el sol o la luna
o los besos desesperados de tu enamorado
que sean ellos quienes tu alma sean propietarios.
- Autor: Andrea León Hernández (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2016 a las 18:19
- Comentario del autor sobre el poema: Un mensaje para los lectores que tanto de dicha me llenan que mis letras y las letras de la gente los llenen y los lleven a la plenitud. Dios y la vida los bendiga
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
Comentarios1
M e gustó tu carta ya que me trajo a la memoria una exposición de cuerpos pintados, don de desnudos solo se veía el arte de la pintura, desde el engendramiento hasta la momificación, todo con el ser humano , pasando por una vida de sensaciones y darse cuenta lo que somos lo que fuimos y lo que seremos, un saludo cordial.
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