Tengo necesidad
de publicar en tu piel, mis besos
y subir mis poemas
por la escalera de tu cuerpo.
Escribir con rima consonante
en los pliegues de tu aliento:
¡Cuánto yo te quiero!
- Autor: Poemas de Pepita Fernández (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2016 a las 08:18
- Comentario del autor sobre el poema: Amor , poesía, deseo...todo camina tomado de la mano. Un abrazo a todos mis amigos y amigas del foro
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Alberto Dante, María Cristy, *Artemisa*, kavanarudén, & Eugenia &, Alma Erótica José Luis Agurto Zepeda.
Comentarios7
Los versos breves son muy lindos, se nota ese lenguaje que anilla :amor , deseo y poesía.Me quedé prendado de la imagen de la postal.
Un beso.
Gracias , querido Alberto, busco imágenes que digan mucho. Hoy vivimos en el mundo de las imágenes., aunque la imagen sin el verso no diría lo que yo quiero expresar.
Mis pinturas no llevan versos y te gustan , pero entiendo lo que quieres decir . Abrazos
Qué lindo!! celebro tu ingenio, publicar.... así no se me había ocurrido. Bello!!! Cariños Carina
A veces te sientes inspirada por algo y lo internalizas como versos breves.
Un abrazo carina
Precioso amiga.
Tarde pero llego ahora e tu hermoso poema.
Realmente lleno, pleno de sentimiento.
Escribir un poema en el cuerpo, en el ser amado, hermoso.
Un abrazo de mi parte.
Kavi
Para estos excelentes
versos breves,
hay una escalera corta
donde grabarse pueden,
Que para llegar al cielo
solo se necesita
una como tú poetisa.
Un beso cariñoso.
Para escribir estos versos
solo hay que tener el alma
dispuesta a recorrer el cuerpo
el cuerpo que se derrita ante mi mirada.
Hermoso , breve y con mucho sentimiento. Saludos, poeta Pepita . Cristina
Hola ; Cristina!!!!Qué belleza tu presencia!!
Abrazos , amiga querida
Sencillo y exquisito.
Mis versos se anidan despacio,
silente y descansan en tus pechos,
se peinan en el cristal de tus ojos
y se alimentan con el almíbar de tus besos.
Así, mis versos han logrado sobrevivir
a la carga pesada del estío y su calor sofocante,
a las horas superpuestas de labor cotidiano
y llevan tu nombre en cada encuentro.
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