Dichoso Dios, que con tu aliento nos das vida
y que con saña nos moldeas a tu manera.
Dichoso sea quien pueda crear vida señera
y tras mil vicios y placeres ver podrida.
Dichoso el pueblo atragantado en sus penurias,
de maíz, maroma y teatro arduo subsiste.
Dichoso sea quien ya no sepa que no existe.
Dichoso el docto, avinagrado de lujurias.
Dichoso el hombre ensimismado y embutido.
Dichoso aquel que se abandona a la rutina.
Dichoso sea quien sus anhelos subordina
A un horario acaudalado y consumido.
Dichoso el mundo que a la vuelta mil cayere
de las crueles saciedades liberado
y de un cáncer racional sea al fin curado.
Dichoso el orbe aquel, si acaso alguno hubiere...
- Autor: Lalonganiza (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2016 a las 18:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
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