LA NOCHE
La noche, despierta recuerdos de días pasados. De horas felices, arenales calientes por donde dejas tus pies, sonreír con cosquillas de la arena. De paseos al final de tardes, con piel dorada. De fiestas sencillas, de traje largo, Dos comercios donde pruebas prendas de vestir e sientes orgullo en la figura reflejada en el espejo. De tazas de café con leche con espuma que desean besarte los labios. De inviernos fríos, olor a castañas asadas en la neblina de fin de tarde por las calles de la ciudad. El llegar a casa, llena de paquetes, quitar el abrigo e sentir el calor dulce del conforto del calor de la calefacción. Poner unas medias e andar solo de camisón. Recuerdos sin interés, pensaba yo. Equivocada estaba. La noche valora e mucho los pormenores que no vemos cuando pasan.
En el salón acogedor, con los quiebra luces, filtrando la luz, dispersos, oyendo de vez en cuando un coche pisando la carretera con velocidad, sin nada más oír, la tele casi sin sonido, acostada en el sofá, mirando las flores en la jarra, un lienzo, de un pintor italiano, mui joven a quien lo compré e que me da ganas de entrar en ello e caminar por el camino, que baja a la playa, una letargia me envuelve e pienso lo que quería que me pasara, quedo dormida en mis deseos e recuerdos.
Despierto muchas veces con mi cuco blanquito cantando las seis de la madrugada. Es la hora que despierta. Duerme desde las nueve de la noche. Es un reloj gracioso.
Me levanto e me acuesto en mi cama, serena e calma.
Quedo dormida, como niño en su cuna, me marcho a otra dimensión. Cuerpo relajado, suspiro de bien estar. Pocos sabrán cómo es dormir en paz, salir de este mundo e marchar no sé para donde. Solamente despierto como si llegara de un viaje sin recordar nada. No puedo pedir a Dios nada, solamente agradecer y mucho tengo para hacerlo.
Atrás del tiempo, tiempo viene, presente que es mañana. Sin saber cómo, he dejado todo hacia atrás que tanto me hizo sufrir.
Quizá tenga cambiado sin darme cuenta, solo sé que soy otra persona, más calma, sin miedos ni llantos.
Se pierde mucha cosa por el camino de la vida, yo me he encontrado en plenitud de saber e aceptar, todo.
Como cristal por donde bajan las gotas frías de lluvia helada, estoy al otro lado protegida. Tardó mucho, pero lo he conseguido.
Razón porque poco escribo, deshago de tristezas ya no tengo. Ha llegado mi hora de vivir mi vida y serenamente, oír mi alma cantando sin sentir que la soledad me pueda herir.
Que en este equinoccio de primavera sea eterna en mi vida y sea el ramo florido que nunca marchitará.
Oporto 20 de Marzo de 2016
Carminha Nieves
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2016 a las 11:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Armando Luna Pineda
Comentarios2
La noche extraña pero amable compañera, que nos inspira a descargar nuestras vivencias.
Un saludo Chileno.
Verdad. Para mi por la noche, mi cuerpo e mente, se renueva y coge fuerzas, para batallar por el dia.
Un abrazo y gracias por tu atención.
Carminha Nieves
Querida Carminha ahora en Español te saludo ....tus letras son para mí leerlas un honor escribes y te explicas cómo un libro abierto es un placer leerte y mucho más aunque sea virtual conocerte encantado Poeta te seguiré Poemando....🌹🌹🌹
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