Allí donde los desiertos se vuelen por siempre
y las luciérnagas iluminen el sendero de sombras,
allí donde el mar nos devuelva los quizases
de quienes se fueron sin saber volver,
allí donde los delfines traduzcan los versos
y nacer no sea un castigo...
...podréis encontrar mi voz invitando al amor.
Pero aquí, en esta cárcel llamada urbe, ¡no!
No invitaré al amor, pues amar sería
una mera forma de supervivencia.
- Autor: David Silvestre ( Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2016 a las 16:36
- Comentario del autor sobre el poema: Poema de escritura automática
- Categoría: Amor
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Dulce
Comentarios2
Muy bueno tu pensamiento, saludos.
Me alegro que te haya gustado 🙂
Saludos
Precioso poema amigo del alma.
Nobles sentimientos convertidos en versos.
Un fuerte abrazo de mi parte.
Kavi
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