Mi diario como el otoño, lleno de hojas muertas.
Hondo y profundo lamento
Alegría previa a la desolación del invierno
raíces leñosas de dolor
arraigando en el núcleo de los sueños
Alma humilde
Ángel de tierra,
caduco
Misterio sencillo
del milagro
cotidiano
Fiera mansa
tu aliento
expira
y ondea
en los campos
secos de amapolas
Junto el verano que languidece
Con los faisanes que migran
Como los sauces que mudan
Tus noches
lentas
e imparables
toman tus días
y adelantan los cálidos atardeceres
de la Primavera de la muerte
Jinete del invierno
vestido de hojarasca
señor de la vendimia
oro, cobre y ámbar
Sonido húmedo
goteo incesante
Bosques humeantes
de vida y putrefacción.
Riachuelo alegre
alimentado por la tormenta
cantan las gentes
recolectando de la cosecha
hilvanando con juncos
en los recodos de algún charco
el descanso de la naturaleza
- Autor: Ramonticismo ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2016 a las 17:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok.
Comentarios1
Un canto al otoño, matizado de naturaleza y sentimientos nostálgicos.
Un honor conocerte y leerte.
Saludos desde mi Argentina.
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