Al fin, un hogar
atrás de la mañana;
delante de mi ayer,
25 años después de al fin,
una hija y una esposa,
húmedo aun el lienzo,
alrededor de mi mano,
durante un rostro fijo,
de a lo mejor ser otro,
ser otro,
ser yo.
Mar en honor del paso,
sobre la línea frágil del oro amargo,
de tanto haber perdido y tanto haber ganado,
Es la mar que me arrastra convencida,
de sus tonos tenaces extrañantes,
como que eran en mi mente
como que allí llegué...
he llegado y llegaré.
Enorme viviente;
límite originario,
iniciación de esta extremidad,
de esta epidermis,
de esta intrínseca sangre humana,
mía,
sin hogar.
- Autor: jesus hernandez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de marzo de 2016 a las 14:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
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