Que mi alma en pena descanse
de su fiel y retorcido destino;
que mi alma se llene de caricias
no permita el frío.
Que mi alma sanada, ya
sin esperar nada
te encontró con la magia de la palabra
escribiendo desde algún lugar
Que mi alma se eleve ligera,
que nada detenga su vuelo,
domine el poder de la tierra
descubra las leyes del cielo;
Que alcance suprema victoria,
que beba la sabiduría,
que toque el infierno y la gloria
del llanto o de aquella alegría;
que mi alma ilumine mi cuerpo,
purifique todo sendero,
todo lo alcanzaré sereno
porque, amor mío, te quiero...
Queda el alma sedienta y muy vacía,
que se llena de imágenes tan muertas,
hueca historia, palabras tan desiertas
donde formo indecible, mi poesía.
Es la misma tu sangre que la mía,
corre en almas de venas casi abiertas.
Por la angustia se caen estas puertas
donde encierro el dolor de noche y día.
Que tu alma y la mía
aún en la letanía,
se encuentren un día.
Y al fín se cumpla la osadía
de fundirnos en una poesía.
Porque mi alma cada noche se desprende
del cuerpo vaga en silencio para seducir
al deseo... buscandote entre las sombras
entre los parajes donde me entregaste tus besos
son tantas sus ancias y mayores sus deseos
que seguira vagando hasta lograrte encontrar
- Autores: Andrea León Hernández (Seudónimo), SRP, Raúl Gonzaga, Poeta sin Alma, versos finitos, Nicolas Ramos Lopez
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 27 de marzo de 2016 a las 00:41
- Límite: 6 estrofas
- Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 173
- Usuarios favoritos de este poema: Raquelinamor
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.