4:44 a.m., y sigo pensandote,
pasó el día y tu recuerdo fue inmutable,
llego la tarde y fue más nítido,
se hizo la noche y nada lo trastoco,
digamos que sigue virgen en mi mente,
virgen como aquella primera mirada que coincidió con mi mirar melancólico, derrotado, decepcionado e incrédulo,
hasta que tu destello despertó la esperanza en un nuevo día,
en el amor que surge de los escombros,
donde nadie se atreve a edificar,
llegas y levantas un rascacielos.
Pero te basto conocer sólo uno de mis demonios para decir adiós,
sin importarte que ha estas alturas conociera casi todo tu infierno,
para querer quedarme.
- Autor: JOED MOSI (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2016 a las 03:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 399
- Usuarios favoritos de este poema: andres fernandez ruiz
Comentarios1
Un final de auténticas letras.
Saludos.
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