Llueve torrencialmente ahora en el rancho como siempre, empantanada y encerrada en mi propia cárcel de mi mente como en todas las edades de la historia, llueve dentro mío ante el amor y esas ganas infinitas de pensar, del crear, del cambio, de transformar-nos... Agradecer es todo lo que necesitamos desde que llegaste y me prestaste la luna y yo, desnuda me entregue vistiendo de estrella, aunque duela reconocerlo y a veces parece ser que te muestre lo contrario...
Aunque no estés conmigo ... ni despierte entre tus brazos cada día y solo piense en ti
O... te niegue mil veces en el capricho del reproche y no conciba ser mujer sumisa ni callada y estalle en el universo de palabras en tinta negra frente a tus ojos y rompa en llanto deshaciendo todo al sentir que el amor se aleja
Aunque ya no quede nada dentro mío y deba volver a empezar a dar un soplo al corazón para vivir ... Vivir soñando ... vivir amando... vivir perdonando... vivir agradeciendo... vivir más feliz...
Agradecer a esta hora, solo eso, queda.
Agradecer de haber sentido, ser amada... Agradecer cayendo en el abismo de la gota rodando en la mirada de nuestro amor en el escalofrío del pasado... del sin sentido, el destino y la memoria, en la monotonía de lo ya sabido se rompe y emerge en lo nuevo, en nuestro amor, en el propio... en ti y sin ti... En el pensamiento y en este mantenerse viva en que te piense escribiendo, re descubriéndonos en nuevas páginas y en el alma, tú habitando, sin nadie que pueda detenerme... Donde nada el amor da por hecho sino que se construye en cada instante en su magia, la tuya y la mía... sin arrojarnos en el capítulo del dolor, la frustración y la locura con lágrimas en la garganta...
Mané Castro Videla
- Autor: Mané (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2016 a las 12:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Mane Castro Videla, Norberto p.p.
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