No son tus cuerdas, es tu madera,
no son tus notas, es tu afinación.
Tú melodía ha dejado arrítmico mi corazón.
Estás postrada en mis piernas,
mis dedos te acarician
cerca de la boca y de los brazos:
nos unimos al son de la canción.
Tú, que seduces hasta el más rígido interprete,
tú, que cautivas al público más exigente,
eres mi mujer guitarra,
la más hermosa de todas,
la más celosa de todas.
- Autor: Axel Dueñas ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2016 a las 20:43
- Comentario del autor sobre el poema: Ojalá te guste el poema, por favor déjame tu comentario.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 127
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.