Os saludo amigos.
Intentaré entrar más a menudo aunque no sea tanto como deseo.
Por razones de problemas visuales no puedo estar en el ordenador, por esa razón no podré hacer muchos comentarios, pero abrí para intentar comunicarme poco a poco con todos ustedes porque os hecho mucho de menos.
Un abrazo.
Deslumbrada se quedó Florinda
al sentirse cortejada
por enamorado tan perfecto
que rosas sin espinas le brindaba.
Una a una su amante
a las bellas flores las púas les quitaba
mientras promesas de amor
al oído le regalaba.
Pronto a los altares
la joven se encaminaba
luciendo el esplendor
de Ilusionada enamorada.
Marcha nupcial a su paso sonaba
mientras por sus mejillas se deslizaban
lágrimas de emoción
que en perlas se trasformaban.
Blancas rosas sin espinas el altar adornaba
altar donde un sí sin recelos
a su gran amor le entregaba.
No pasado mucho tiempo
las blancas rosas en rojas se tornaban,
en rojo sangre que de sus mustios pétalos brotaban,
mientras que en sus encorvados tallos
duras espinas medraban,
y su perfume ya no agradaba.
No cumplía su promesa de amor
el seductor de su alma
que con engaños las espinas de las rosas
en su día arrancaba,
pues cuando en el corazón de Florinda
las espinas se le clavaban
él no acudía a ayudar
a curarle las heridas que le causaban.
Tantas heridas crecían
en el que había sido el jardín
de la incauta enamorada
que entre suspiro y suspiro
el amor se le apagaba.
En noches de dolor,
de angustias y desespero
recordaba Florinda
a su otro enamorado
que un día despreció
por en exceso ser sincero.
No, no había aceptado
el amor que Jacinto le entregaba
porque las rosas que le regalaba
con espinas estaban adornadas.
Ni la belleza de sus colores,
tampoco las fragancias que destilaban
fuero suficiente para enamorarla
pues su otro enamorado
rosas sin espinas le brindaba.
La pena perturbó su vida,
Inundándose de dolor su alma,
y haciéndose amiga de la muerte
le pidió que de jardín tan ajado le alejara.
Corona de rosas con espinas lucía
el féretro que la cobijaba,
como rosas con espinas
cada día su tumba adornaba.
Luisa Lestón Celorio
Asturias- España
registrado
- Autor: ESCAPITINA -Luisa Lestón Celorio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de marzo de 2016 a las 19:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 127
- Usuarios favoritos de este poema: Dulce, eibaoga, Viento de amor, Gisela Guillén, Edmundo Rodriguez
Comentarios4
A modo de romance se desangra la rosa.
Saludos.
Gracias Andrés.
Causa, el enamoramiento, no el amor.
Saludos cordiales.
El amor verdadero no hace eso,muy buena tu poesía, saludos Luisa.
El problema es que se confunde enamoramiento con amor.
Gracias por pasar por mis letras.
Saludos Dulce.
Nunca te fíes de las rosas que carezcan de espinas. Prefiero las espinas porque son sinceras, fieles y me protegen de las agresiones del mundo exterior.
Una rosa sin ellas, en cambio, podrá ser bella, pero es inútil para sí misma y para quien ama.
Gracias por tu acertado comentario Francisco.
Los engaños tarde o temprano salen al aire, lástima que siempre se llevan por delante a alguien.
Saludos cordiales
Luisa
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