En mi sueño de anoche
mientras te maquillabas con maestría
sentada en el borde de mi sofá
antes de irte hasta quién sabe cuando ni donde
toqué con extrema precaución
como para que no desaparecieras
tu piel húmeda y afiebrada
con mi solitaria mano derecha.
Pero igual desapareciste cual luciérnaga fugaz
por los bosques y ciudades
apurada a hacer tus cosas
en el mundo de los despiertos.
Y ahora con los ojos ya bien abiertos
chancleteo hasta la cocina
bebo un vaso de agua
enciendo un cigarrillo
y me pongo a llorar.
.
Arte visual: Ian Welden.
- Autor: Ian Welden (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2010 a las 03:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
Comentarios6
gran arte poetico, muy bueno, y buen arte visual, magnifico, felicidades, carlito77
Muchas gracias carlito 77.
Un gran abrazo.
Ian.
MUY BUEN POEMA, ES UN ENCANTO Y DELEITE LEERTE..
UN BESO PARA TI… Y DE CALIFICACION ES UN MAS QUE DIEZ..
KALITA
Gracias Kalita, también es un encanto y deleite leer tus comentarios.
Un gran abrazo,
Ian.
UN HERMOSO POEMA CON SENTIMIENTO FELICIDADES K BUENA LIRIK BESOS Y ABRAZOS
KAREN
Gracias K.
Un abrazo primaveral desde Dinamarca.
Ian.
Excelente explicación poética para hacernos saber que la realidad es una continuación de nuestros sueños, y los sueños son la causa de nuestra realidad... Felicidades por lograr transmitir a tus lectores unos sentimientos tan certeros que creo hemos vivido y hacernoslos ver de una manera distinta. Buen poema!
Muchas gracias Clavelina. En realidad si, esa fue mi intención.
Abrazos primaverales desde Dinamarca,
Ian.
Se ve lo que escribes como una pelicula amigo...
buena poesia
un abrazo
NoK...
Muchas gracias NoK....
Abrazos,
Ian.
El otro día tuve un sueño tremendo, soñe que todo lo soñado no fue un sueño, o sea... que no soñaba. Y fue espantoso, bebo agua, bebo agua, bebo mucha agua... y tengo sed de nuevo.
UnBso Ian.
Te diré como le digo a mi dulce Qvixote...
te quiero
ya sabes como
con un amor literario.
UnBso
por cierto, me hiciste llorar.
Yo no estoy vivo. Sólo soy un sueño que de vez en cuando se asoma a este lado del muro a secar las lágrimas de los que lloran por culpa mía.
Un abrazo,
I.
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