Nueve musas y un papel en blanco 8
8.- La musa se llamaba brevedad
Iba siempre sin paz, siempre de prisa,
ya sea en el amor o en el olvido,
ya sea en el afán de un sueño herido
o en cada batallar de llanto y risa.
Ya corre, ya se agota, ya improvisa
un día que al llegar ya se le ha ido,
un rumbo en que en el lodo se ha metido,
cuando quiso volar y sin camisa.
Desnuda vuela ya sin más divisa
que errar, que perecer, que no ser nido
sino de lo que escapa en la cornisa.
Y así nada dejó, sólo un sonido
de tiempo, de reloj, del que agoniza
por breve y por fugaz, por ya perdido.
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- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2016 a las 12:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
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