Carta al amor no resuelto.

De la rosa con pétalos suaves 

aromáticos y brillantes 

me quedo con la espina.

De los días, no recuerdo los soleados

con aire fresco y olor a fresnos tiernos,

me quedo con los nublados grises.

Del recuerdo avivo los de perdida, los de llanto 

y esfuerzo, aquellos que marcaron mi andar 

con turbulencia y desencanto.

Así con lo más triste de mi vida 

aminoro la tragedia del amor no resuelto.

La ausencia de tu cuerpo unido al mio.

De tu amor no me quedo con tus ojos bellos 

ni tu dientes blancos, ni tu voz de canto de gilguero

me quedo con la duda, con el llanto y el olvido.