Oh, bellos son los momentos
en los que tú apareces,
me rozas mis dedos
y dices sin densos discursos
que me quieres.
Son hermosos los recuerdos
en los que tú y yo demostramos
no estar cuerdos,
nos fundimos en un solo ser
para perder el honor y el deber.
Ahora esos hermosos océanos de tiempo
están como tu cuerpo: fríos, muertos y apagados.
¡Cuánto sufren los hombres enamorados
que no ven sus deseos saciados!
Amada mía, no debes preocuparte,
pues yo iré a rescatarte aunque para ello
deba acompañarte al mundo de los muertos.
- Autor: Heisenberg100 ( Offline)
- Publicado: 3 de abril de 2016 a las 06:39
- Categoría: Amor
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: Soy Azul, nelida moni
Comentarios1
Sorprendente!!! Saludos
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