Me gustas cuando te hablo y tú escuchas porque tus pupilas parecen llenarse del agua del mar, húmedas y chispeantes las comparo, con las gotas de rocío virgen que del níspero están deseando saltar.
Me gustas cuando ríes porque tu sonrisa parece una luz, un resplandor, !la verdad! sendero profundo que lleva, hasta la mismísima eternidad.
Me gusta cuando me besas porque encuentro en tus besos la miel más dulce que un enjambre puede dar, porque en ellos se paraliza y desvanece mi tiempo y navego y fondeo el universo...
!porque yo muero en tus besos!
Me gustas cuando tras esa sonrisa cual luz de la inmensidad, coges inocente mi mano para rozar con la delicadeza de tu piel mi mano, porque el ritmo de mi corazón se convierte en un baile de rock, porque en ese momento la brisa isleña se hace mi fortín y ya no tengo miedo ni a los gigantes, ni a los fuertes, ni a saltar... Ni a morir.
Me gustas cuando me amas,
!entonces descubro yo lo que es amar!
Porque tras mis rezos, tras mi indulgencia pedida, comprendo quien es Dios, Él es el puente que por los edenes de la misericordia, hasta tu vida me llevó...
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 3 de abril de 2016 a las 19:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Elena Mateos
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