De la lenta mirada de tus ojos
y tus labios desgastados por mis besos,
soy silencio diluido y luz dormida,
y soy brisa vespertina y casi viento.
Del latir de tu pecho desgarrado,
soy culpable de una noche prometida
al deseo sediento de tu sexo,
y me quema ya la piel en carne viva.
De la senda donde mis pasos ciegos,
incesantes buscan siempre tu guarida,
nada sé, pero presiento que es tu alma,
y soy reo encadenado de por vida...
- Autor: Cirratus ( Offline)
- Publicado: 4 de abril de 2016 a las 08:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
Comentarios1
Buena poesía la tuya, felicitaciones. Me agradó pasar por tus rincón de letras.
Un abrazo.
Ruben.
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