Guardaba aquél poema
para cuando no tuviera espirales en los ojos,
estos, mi ojos, han sido ajenos a mí en aquellos instantes.
Mi corazón se ha partido en tantos pedazos, que creo haber olvidado levantar algunos.
La pregunta viene y va. Siempre la misma.
¿Qué será eso que atrapa cada uno de mis suspiros?
¿Qué es aquello que me incita a volver al mismo camino?
No concibo apartar mi vista de la suya,
siento morir si dejo de verle...
Aquello que aquejaba
a mi alma latente, se fue
así como pasó,
sin hacer ruido,
y sin dejar huella,
no he sido una buena persona
o lo he sido a mi manera.
He tropezado y caído tantas veces como cualquiera,
Pero no he sentido un solo golpe,
ni un dolor, y de las heridas ahora quedan cicatrices
y rasguños...
Las quimeras que me ataban al tártaro
me han soltado y no; Pues me he alejado, y pienso que
tal vez anhelan mi reincidencia, o mi retorno a redundar,
y eso no sucederá.
- Autor: EfeDeFa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2016 a las 22:27
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy bello tu genial versar amigo Efedefa
Saludos de sincera amistad...
Críspulo
Muchísimas gracias !! un saludo amistoso desde México:)
Perdoname porque he escrito amigo y es amiga estimada señora de mi lindo Mexico
No se preocupe, esas son pequeñas equivocaciones nada más !! 🙂
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