Anduve por aquí... ya me voy por donde he venido.
(A los valerosos –hombres y mujeres- que luchan sin denuedo en los incendios forestales)
EL PARAÍSO.
Era la verde quietud en el estío.
El río acaparaba el movimiento y los rumores,
pero pronto los trinos sacudían la luz del nuevo día.
Apenas la brisa, fugaz y transitoria,
dejaba sus caricias en la armonía del ramaje.
Alucinaba la senda y su recodo perdiéndose en las sombras,
allí donde comienza el misterio del follaje.
Abierta estaba la puerta hacia un sueño claroscuro:
un suspiro de cielo en lo más alto,
y abajo, el zumbido que rodea el instante de la rosa,
la pulcra araña extendiendo su geométrica bandera
a la espera de la mosca distraída,
la marcha indiferente de un gusano con lunares.
Era la verde paz en el estío.
EL INFIERNO.
¡Humo! ¡Humo en el verdor, en el país de la sabia y la madera!
Ahora crepitan los gigantes viejos,
se derrumba su señera presencia y se consume.
Entre las llamas voraces van muriendo
el paisaje de ensueño, el cuento del hachero,
los tatuajes repletos de pasado.
¡Cuánta vida silvestre mutilada!
Quemantes brazos se alzan hacia el cielo
desde la inmensa hoguera
y el día es una noche dentro de la humareda.
Huyen las aves por el aire caliente.
Era la magia abrasada en el infierno.
LOS VALIENTES.
Juan, el del pueblo, Nahuel, el de la costa,
John, el de la aldea, anónimos ahora, luchadores siempre,
allá van… allá van todos hacia el fuego,
a una lucha peligrosa y desigual.
Atrás dejaron sus familias y sus cosas
para enfrentarse con el monstruo
que le agostaba el bosque,
su admirado, amado bosque.
Horas más horas, días más días
en un trajín sin descanso y sin horario.
La férrea voluntad vence al cansancio.
DIVINA AYUDA.
¡Llueve!
Bendita caricia la del cielo
que va empapando a la tierra
y a los hombres.
Caen las gotas que son lágrimas buenas,
lágrimas de dolor y de alegría.
De a poco la bestia ígnea desvanece.
Quedarán como grotescas figuras calcinadas
los restos de árboles inertes.
Y allá vuelve –silencioso- el valiente
que arriesgó su vida por el bosque.
Su mejor premio es el abrazo del ser que lo aguardaba.
EL PARAÍSO (II)
Incansable, una niña ríe y corre
detrás de una inestable mariposa.
El arroyo renueva su canción,
aquella canción de la luz y la esperanza.
Un moscardón sobrevuela el sosegado rincón de la mutisia
y se proyecta la montaña en un espejo de agua.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
- Autor: benchy43 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2016 a las 00:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
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Comentarios14
BRAVO POETA, PLACER DE LEERTE.
UN ABRAZO
Muchísimas gracias, querido amigo.
Abrazos.
Ruben.
Me encantó leerte. Tu escrito es un mar del cual uno no puede salir, es el viento donde el lector está complacido de dejarse llevar. Saludos cordiales a la distancia amigo y compañero de letras.
Muchas gracias, amigo Lincol.
Un abrazo.
Ruben.
Como siempre amigo, excelente en sus letras.
Un placer leerle.
Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias, linda.
Un beso.
Ruben.
Que puedo decir Poeta, un hermoso
poema, un gusto pasar
Mi afecto
Nélida
Muchísimas gracias, amiga Nélida.
Besos.
Ruben.
Interesante escrito benchy, con un gran tema, merecido homenaje a quienes arriesgan sus vidas para proteger a todos. Grata lectura.
Feliz tarde, Alex.
Muchísimas gracias, querida amiga.
Besos.
Ruben.
¡Aplausos!, poeta por tamaño homenaje. Me siento honrada de poder leerte.
Mi admiración y afecto
Muchísimas gracias, querida amiga.
Besos.
Ruben.
Que honor es leerte Rubén, cuanto tenemos que aprender de vos.
Mi admiración, poeta.
Cariños.
Mary.
Muchísimas gracias, querida amiga.
Besos.
Ruben.
Profundo sentir en la naturaleza de tus versos mi querido Rubèn, duele hasta el alma ver la quema de la vegetaciòn en el profundo silencio de aquellos gigantes
cariños rosamary
Muchísimas gracias por tu comentario, amiga. Ya van dos veranos en que se producen incendios forestales de la zonas aledañas a la que vive mi hija, en Trevelin, Chubut, Patagonia Argentina. Hermosos y antiquísimos bosques devastados por el fuego.
Besos.
Ruben.
Hola mi querido Rubèn se aproxima mi regreso por cuarta vez a ese bello paìs un sueño que tengo es ir la Patagonia espero pronto realizarlo, abrazos te aprecio amigo del alma
Hermoso reconocimiento a esos valerosos hombres que muchas veces ofrendan su vida. Bello poema.
Feliz noche poeta
Muchísimas gracias por tu comentario, amiga.
Besos.
Ruben.
Realmente valientes porque el fuego sin control es devastador, que buen homenaje, saludos Ruben
Muchísimas gracias, amiga. Ya van dos veranos en que se producen incendios forestales de grandes proporciones en bosques en zonas aledañas a la que vive mi hija, en Trevelin, Chubut, Patagonia Argentina. Hermosos y antiquísimos bosques devastados por el fuego.
Cariños.
Ruben.
Hermosas líneas dejando ver la valentía, el sentimiento pleno, atrapa la mente. Un fuerte abrazo con todo cariño para ti mi querido Ruben.
Besos del alma
Muchísimas gracias, querida amiga.
Besos.
Ruben.
Siempre dándole sentido a la poesía. Un claro homenaje a los valientes brigadistas q combaten los siniestros forestales.
cariñito-
Muchas gracias, muy atento.
Saludos.
Ruben.
Simplemente me dejas con ganas de mas ...es maravilloso leerte
Muchísimas gracias, querida amiga.
Besos.
Ruben.
Hermoso homenaje Rubén. Vivo en Puerto Madryn, hace 21 años tuvimos la tragedia mas grande, en la historia de los bomberos. Perdimos 25 bomberos en un incendio de campos que hasta hoy enluta a nuestra ciudad. Gracias Rubén.
Si, lo recuerdo. Los chicos quedaron atrapados en una encerrona del fuego. Una tragedia a la que se exponen estos héroes, bomberos, brigadistas, auxiliares, etc.
Muchísimas gracias por tu comentario.
Cariños.
Ruben.
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