Acechándote, con ademán de cazador,
asaltándote, en arrebato pecador.
Te observo en la terraza, intentando
atrapar el resplandor de alguna estrella
solitaria. Y tu cuerpo tiembla cuando
de pronto sientes mi presencia.
Te obligaré a naufragar, antes o después,
en las tinieblas de mi azar.
Y la luna te salpíca de luz fantasmal,
como en un sueño irreal.
Y tus ojos y tu cuerpo, prenden fuego
a mi fría piel y me siento hambriento
de tu ser, el deseo de los dos es tan
urgente, que carecemos de poder.
Acechándote, asaltándote.
Y la luna te salpíca de luz fantasmal,
como en un sueño irreal.
Y tus ojos y tu cuerpo, prenden fuego
a mi fría piel y entro en erupción.
- Autor: Raquense ( Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2016 a las 18:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, yony1971, Myriam Estrella B
Comentarios1
Una presa atrapada bajo el crepúsculo. Excelentes letras, Raquense!
Me ha dado un gusto leer sus oscuras letras!
Saludos!
Gracias amigo, un placer compartir con vos...
excelente semana!
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