Anoche me desperté casi llorando,
pues al no tenerla a ella conmigo,
me sentí vulnerable lo confieso
y también desprotegido,
al no tener su suave roce,
ni tampoco su ligero peso
y ni el consuelo de su abrigo.
Y al calarme tanto su ausencia
me levanté entonces tan de prisa
que por poco me despellejo
sorteando de la noche el velo;
cual seria mi gran sorpresa!
allí estaba la ingrata cobija...
tirada en el suelo.
- Autor: Carlos Del Real (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2016 a las 16:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Edu OZ
Comentarios1
JAJAJA...! HASTA EL FINAL ME CREÍ QUE ESTABAS SUFRIENDO POR ELLA QUE SE HABÍA IDO... MUY INGENIOSO POEMA.. ERES UN PÍCARO.-
UN CARIÑO EN LA DISTANCIA.-
MARGARITA
Jaja, que bueno saber que logre con usted mi objetivo de arrancar una sonrriza con mi picaro poema 🙂
Un abrazo afectuoso.
Carlos.
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