El contacto de nuestras pieles desnudas es la sensación más apasionante con la que conviven mis días. La impaciencia de mis manos cuando no la sienten es intensa e incontrolable.
Mis oídos se deleitan escuchando tus gemidos.
Lo único que temo de toda esta situación es que mi cama también seda y se rinda a tu mirada.
¡Como adoro estos días!, que dichosa me has vuelto la vida.
- Autor: Helecho. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2016 a las 07:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 20
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