ERES UN PARÁSITO.

Ya está bien de tanta cortesía,
de tanto protocolo, de tanta urbanidad.
Eres un parásito, un inútil sabalista.
El sol sale para ti a la mañana,
te ilumina, te dora, engulles con
tu garganta ancha su luz, sus
rayos ultravioletas, respiras gratuitamente
el aire y bostezas.
Eres un inútil...
La noche cae para ti.
Y entonces, !un sueño letal!
tu cuerpo se hace mórbido y mullido
y Dios te mantiene vivo. Misericordia
divina.
!va! Ya está bien de palabras
ilustradas...
Eres una rata, !bazofia!
La naturaleza te nutre,
tu vecino te mantiene, el gobierno
te roba y te contenta y tu vagas,
vives en honor al delirio, a la necedad
ya está bien de generosidades, deberías
morir, que los verdes de tu alimento
fueran hoz y martillo, deberías dejar de
existir.
También llueve para ti.
El viento corre, tu sangre se
mueve y circula. Tus manos mudas
no lamentan su terna tez.
Eres un engendro de la nada.
Figura sustentada de la caridad.
El mundo te sostiene y no caes.
La gravedad te sujeta.
Eres una garrapata, sólo eso.
La flor libre crece y da olor,
la tormenta brama en la inmensidad
y da H2o y tu bebes...
El mar fecunda peces y sal...y tu
comes.
La calle silenciosa y el mundanal
ruido ofrece amores y tu besas.
La tierra labrada engendra la
raíz del alimento y tu comes.
!pero tu no das nada!
Sólo eres un pulgón, un insecto
tragón.
Tu no fecundas nada, eres espíritu
de la oquedad.
Transparencia en el auxilio.
Tu no eres nada.
Debes dejar de existir....