Le diré a mi madre que
mis cuencas manos han
de guardar mis lágrimas.
La sangre y sus afonías.
Le diré a mi madre que
ella heredará el arenal,
el aire impiadoso de la revolución y
mis señales de silencios.
Le diré a mi madre que
ella conquistará la templanza del sol,
que cantara aun desengañada.
Le diré a mi madre que
ella será acero ardiente.
Cuerda templada de
guitarra invocando sus raíces.
- Autor: Carlos Casagemas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2016 a las 14:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 95
- Usuarios favoritos de este poema: Jeovany Mikke, El Hombre de la Rosa, nelida moni
Comentarios2
Buen trabajo me gustó!
Saludos cordiales
Cuando la pluma crea poesía el verso brota sin pausa de las palabras que encantan al alma poética que las escribe, estimado amigo Carlos Casagemas...
Un placer haber leído tus versos...
Saludos de amistad...
El Hombre de la Rosa
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