Un mendigo sentado estaba en la acera fría
Temblorosamente estiró la mano suplicante
Anciano, lleno de días
Con rostro desencajado, desaliñado
Sucio y con ropas andrajosas,
Le ofrecí un par de monedas
Y no pude evitar ver sus ojos castaños
Mi alma se quebró,
Me pregunté estremecido
¿Qué historia es esta que está varada en la acera?
¿Cuánto dolor ocultan esos ojos de parpados arrugados?
Pienso en aquel extraño
¿Dónde están los hijos?
¿Dónde la familia?
¿Dónde los amigos?
¿Dónde estoy yo?
El desinterés asecha en nuestra sociedad
Las lágrimas ya no conmueven
Y el cariño, cual limosnas no son otra cosa que una mera excusa
Que solo sirven para acallar nuestras negras conciencias.
¿Quién es ese mendigo?
Ese mendigo es nuestro frio mundo
Ese mendigo pausado en la ladera de la vida
No es otro desgraciado que mi inerte corazón
Detenido en la acera de la vida
Con el mendigo oculto en nuestra alma
Mucho más andrajoso que el que vi.
- Autor: El Corbán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2016 a las 19:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., nelida moni, Myriam Estrella B
Comentarios4
Hay tantos mendigos en este mundo que pasan desapercibidos, pero no sabemos las historias que les ha tocado vivir y sufrir en la vida.
Un gran poema, poeta.
Letras que hacen saltar lágrimas.
*Pero son invisibles a ojos poco atentos*
Y lamentablemente, casi todos los ojos miran para otro lado.
FELICITACIONES.!!!!
Saludos y bendiciones.
Mary.
Gracias Mary, es cierto lo que dices.
es más fácil "mirar para otro lado"
pero debemos hacer nuestro "granito de arena" y mirar hacía adentro de nosotros y hacer una autoevaluación de nuestra responsabilidad.
un fuerte abrazo.
Hoy en la cena, mi hija hablando con nosotros, dijo que su profesor les dijo que era viejo, y ella le contestó
que había personas mayores jóvenes
y jóvenes que eran viejos, y esto me suena parecido en el punto del alma de un mendigo, hay muchos de apariencia pudiente, y con una pobreza de alma, y otros muy pobres con una gran riqueza interior
Saludos amigo
Nélida
Gracias por el comentario, es una gran verdad lo que escribes.
no existe más grande pobreza que el pobre de alma.
un fuerte abrazo.
Estoy de acuerdo con Maria Hodunok cuando vemos un mendigo nos hacemos los desinteresados .
Dios dijo amaras a tu prójimo como a ti mismo y pensamos que nuestro prójimo es nuestra familia o los vecinos que visten bien o los amigos, no nuestro prójimo es aquel mendigo el drogadicto el preso el enemigo , que merito tiene amar al que nos ama o al que esta con ropa limpia , amar es abrazar al mendigo visitar al preso perdonar al enemigo con unas monedas no limpiamos nuestra conciencia con un te quiero un abrazo si.
muy bueno para reflexionar.
Un abrazo y bendiciones.
Gracias querida Myriam por el bello comentario.
totalmente de acuerdo contigo.
un fuerte abrazo.
Muy buenas letras para describir a los mendigos amigo. me has hecho saltar las lágrimas. Un fuerte abrazo.
Gracias querida Paloma por el comentario.
permiteme alabar tu empatía y tu sensibilidad.
un fuerte abrazo.
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